Le Rêve
Traumdeutung | Oniria

Sueños circulares

EOL, Eliana Amor, Argentina

Como quien llega a una orilla en soledad, nadie vio desembarcar al hombre gris de Las ruinas circulares[1] en la noche de aquel espacio mítico. Ese extranjero sólo hace una cosa: sueña. Quiere soñar a un hombre. En el sueño del hombre que soñaba, el soñado se despertó; pero como lo hizo dentro de un sueño, ha subvertido el límite entre la vigilia y el dormir. Sin embargo, el efecto ominoso propio de los sueños de angustia llega cuando el hombre gris comprende –en medio del fuego concéntrico–, que está siendo soñado por otro. La operación borgeana nos conduce a un sueño de eternidad, donde despertar es sólo imaginable. A fin de cuentas el sueño muestra su extremo[2] y se produce el golpe de real, surge el agujero sobre el que gira la circularidad: si el despertar es un sueño ¿Quién sueña?

Imagen: Héctor Destéfanis – Las ruinas circulares - Técnica mixta sobre madera (2010) – 70 x 50

NOTAS

  1. Borges, J. L.: “Las ruinas circulares”, en Ficciones, Emecé, 1968.
  2. Lacan, J.: Seminario 21, inédito.