Il Sogno
Il Congresso

Hacer hablar a los sueños por sí mismos

Esteban Stringa

Poner el acento en la práctica de cada analista por la vía del sueño permite extraer las consecuencias de su tratamiento “científico” por las psicoterapias que los hacen hablar por sí mismos.

El origen de las TCC fue una investigación experimental hecha a partir de sueños de pacientes depresivos. La idea de A. Beck era verificar si mostraban mayor hostilidad contra sí mismos —postulado freudiano para la melancolía— que los de otros pacientes.1 Privilegiar una teoría para todos por sobre la práctica con cada uno lo llevó a no ir más allá del contenido manifiesto —la investigación experimental requiere que se positivice el texto de los sueños— perdiendo lo íntimo y enigmático de cada uno.

Para que este uso del sueño fuera la contracara del fenómeno freudiano, A. Beck eliminó, además, una condición implicada en la hipótesis del inconsciente. A pesar de que los contenidos de los sueños del experimento giraban alrededor de ser privados, frustrados, despreciados, excluidos o castigados por otro, omitió que los personajes del sueño se corresponden con el yo del soñante y concluyó que la tesis freudiana de la depresión no se verificaba.

No considerar lo que quieren decir o quieren gozar para cada uno las palabras del texto del sueño, rechazar el inconsciente, no sólo está en complicidad con la posición depresiva. Este uso de los sueños sin interpretar está al servicio —como precisara J. -A. Miller— de que los terapeutas sean amos de aquellos que se hacen escuchar y los guardianes de la realidad colectiva imponiendo su teoría,2 un saber que se encuentra en los libros y no en cada sesión.

NOTAS

  1. Beck A. y Sacco W., “Cognitive theory and therapy”, Handbook of Depresion, New York, Guilford, 1995, p. 329.
  2. Miller, J.-A., El lugar y el lazo, Buenos Aires, Paidós, 2013, pp. 48 y 49.