Un sueño de Duchamp

Duchamp idea su Gran Vidrio, La novia puesta al desnudo por sus solteros, incluso (óleo sobre vidrio, 2,70x1,70cms), luego de un sueño, y basándose en la idea de un infinito geométrico: soñó por la noche en el cuarto de hotel donde había pintado la Novia, que ésta se había convertido en un enorme insecto, un escarabajo que lo escarbaba con sus élitros.

Lacan retoma esta obra de Duchamp para referirse a la ética del soltero: “El soltero se prepara él mismo su chocolate”[1], satisfacción solitaria que prescinde de los otros. En su Gran vidrio, Duchamp hace aparecer a la novia desnudada por sus solteros en dos paneles de cristal: en uno está la novia, y en el otro, los solteros sin acceso a la mujer, preparándose su propio chocolate. El molinillo de chocolate allí lo sugiere.[2]